Para la gran mayoría de las personas en este mundo el medio de comunicación por excelencia es la voz. Pero tenemos un problema cuando nos topamos con quienes que no pueden oír, ya sea por una hipoacusia severa o una sordera total. Aquí es donde entran en juego otros medios como ser la lengua escrita o la lengua de señas.
El mundo en el que vivimos
Una realidad a cual estamos sujetos es que este mundo está hecho y preparado para seres humanos en perfectas condiciones. Con esto no quiero discriminar a nadie. Pero hay que admitir que casi todo supone tener todos los sentidos al 100% y un estado de salud perfecto.
A pesar de la mención anterior hay que reconocer el esfuerzo de grandes masas por integrar a aquellos que cuentan con alguna dificultad o impedimento. Y estoy seguro que los que sufren de estas afecciones lo aprecian mucho.
¿por que no hablan?
Como hicimos mención en el artículo sobre la sordera y mudez, en su mayoría las personas sordas son capaces de articular sonidos y formar prácticamente las mismas palabras de cualquier idioma. Entonces ¿por qué no lo hacen?.
La educación en la forma en la que está planteada en la mayoría de los países está basada en el uso de la lengua oral. Pero volviendo a la pregunta inicial. Teniendo en cuenta todo lo antes dicho los padres se enfrentan a dos situaciones totalmente diferentes con respecto a sus hijos.
Padres sordos con hijos sordos
En este caso los padres suelen tener un manejo de la lengua de señas. La comunicación con los hijos suele ser simple. Ellos los educan bajo el paradigma con el que se manejan día a día. Esta ventaja con sus allegados se convierte en algo negativo. Manejarse con una sola lengua los limita en cuanto a con quién pueden hablar.
Padres oyentes con hijos sordos.
Estos, como lamentablemente ocurre en la mayoría de los casos, no están habituados al mundo de las personas con problemas de audición. Se enfrentan a un panorama muy complicado y lamentablemente suelen cometer el error de decir “No va a poder oir”, “no se van a poder comunicar”, “van a tener muchos problemas”. De aquí se desprenden diversos caminos que no necesariamente están separados.
Integración del hijo al mundo
Inscriben a los niños en instituciones para intentar integrarlos al mundo. Alli aprenden la lengua oral después de mucho tiempo y esfuerzo. A pesar de esto no se puede garantizar el aprendizaje completo.
En si este aprendizaje no es un problema pero al no poder oír su propia voz, al niño se le dificulta muchísimo el aprendizaje. Otra contra a este modelo yace en el hecho de que la comunicación es unilateral. Una de las partes puede manejarse perfectamente mientras que la persona con el problema auditivo debe recurrir a recursos como la lectura de labios.
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A diferencia de lo que se suele pensar no es una solución mágica y milagrosa. Es una habilidad que toma mucho tiempo adquirir y es imperfecta. Supone que la otra persona mueva correctamente los labios y a una velocidad moderada.
Integración del oyente
Los padres en este caso recurren a profesionales e instituciones especializadas donde aprenden de este mundo. Allí por ejemplo adquieren la lengua de señas y mediante la ayuda que estos brindan muchas puertas se le abren al adquirir muchos nuevos conocimientos.
Estos lugares no se enfocan solo en la lengua se señas, pero le dan un gran peso
Como todo en esta vida los extremos son malos. Lo ideal es no forzar a la criatura a amoldarse a este mundo ni obligar a los padres a integrarse. Lo opción más acertada es un intermedio. Es muy importante que el niño en cuestión aprenda la lengua de señas al igual que sus padres. A su vez saber usar la lengua oral y leer los labios se convierte en otra herramienta que combinado con lo anterior le permite llevar una vida normal.
Experiencias propias
Durante mi tiempo de estudio de la lengua de señas muchas compañeras e incluso profesores me mostraron diversos casos de niños sordos en instituciones. Estas se centraban en la oralización y casi siempre desechaban la lengua de señas como opción.
Los resultados eran tristes. Los padres intentando hacer un bien los obligaban a hablar. Debido a esto niños con una edad de 9 o 10 años tenían los conocimientos de uno de 5 o 6. Con esto no quiero culpar a nadie pero es importante saber equilibrar la balanza.
Cosas a considerar
Algo no mencionado hasta ahora es que los niños con sordera particularmente tienen una habilidad de aprendizaje de la lengua de señas increible. Soy testigo de esto. Aprenden un vocabulario básico en muy poco tiempo y se manejan con mucha más naturalidad que con la lengua oral.
Obviamente en una nota no podemos abarcar absolutamente todo. Este es un campo de estudio muy amplio. La idea es de a poco abarcar diversas áreas para esparcir un poco de conocimiento a los interesados.
Durante toda la nota el foco se centró en niños sordos y no se contemplaron soluciones como el implante coclear (Algo muy controversial). También existen otros ámbitos como la hipoacusia, problemas auditivos adquiridos, entre otros.
Espero que les haya gustado esta nota, no se olviden de compartirla y dejar sus comentarios, nos ayudaría mucho.
Dedico esta nota a mi madre Silvina y mi padre Hugo que tienen este problema auditivo y me enseñaron mucho. Muchas gracias por todo.
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